Las costas sureñas de Uruguay te invitan a descubrir que, allá donde conviven las aguas del Río de la Plata con el océano Atlántico, se juntan también el glamour y los paisajes más paradisíacos en las playas del que quizá sea el centro turístico más famoso de este país.
Como podrás intuir, la razón más evidente para visitar Punta del Este son sus playas, las cuales podemos diferenciar a partir de las dos más famosas: Playa Brava, en la parte del Atlántico, y Playa Mansa, de aguas más tranquilas, provenientes del Río de la Plata.
Cada una ofrece, a su vez, distintas playas y actividades para gozar el agradable clima que se disfruta prácticamente todo el año. En Playa Brava, por ejemplo, podrás encontrar fuertes aguas oceánicas que permiten realizar deportes acuáticos y paseos en yate, además de opciones para tomar el sol (La Plage) o disfrutar las competencias de surf (La Barra). Por otra parte, las calmadas aguas de Playa Mansa te ofrecen el paisaje ideal para ver el atardecer en pareja o con tu familia.
El sello de Punta del Este es que siempre tienes, al menos, dos opciones; y la oferta culinaria no es la excepción a la regla: los puntaesteños aprovechan tanto la cercanía con el mar como la riqueza de su tradición ganadera. El resultado de esto es una variedad de sabores que incluye desde los mejores cortes de carne, hasta la pesca más fresca del día.
Aquí la buena vida va más allá de las olas: al interior de la península, la avenida Juan Gorlero guarda una variedad de experiencias para cada momento del día. Puedes empezar con un recorrido por sus galerías y restaurantes; luego de un delicioso almuerzo, pasar una tarde de compras en sus tiendas, boutiques y plazas de artesanías, y para cerrar el día, disfrutar de la incesante vida nocturna que ofrece esta vía principal. ¿Ya decidiste cuándo viajarás a Punta del Este?