Fortaleza, capital de Ceará, concentra toda la esencia de Brasil: alegría, música, fantásticas playas y la herencia de un vibrante mestizaje. Su nombre proviene del fortín holandés Schoonenborch que fue construido en el centro de la ciudad durante el siglo XVII y que actualmente está abierto al público.
Uno de sus principales encantos es la variedad de sus playas. La más popular es Iracema, capital del forró, una expresión musical de Ceará que reúne multitudes ataviadas con trajes típicos cada lunes por la noche. Pero si viajas en familia, la mejor opción es Praia do Futuro y sus locales con lo mejor de la gastronomía brasileña.
Para vivir la aventura al extremo, ¡tienes que visitar Beach Park! Es el parque acuático más grande de Latinoamérica. Tiene piscinas llenas de diversión, cascadas artificiales y grandes toboganes como Insano, su principal atracción, en la que te deslizarás a 101 km/h en tan solo 4 segundos.
En Fortaleza, la exuberante naturaleza brasileña se engloba en el Parque Ecológico do Rio Cocó, una reserva dentro de la ciudad. Ideal para hacer senderismo, pasear en bicicleta por el bosque lleno de pájaros y navegar en un río de manglares.
A unos pasos de la fortaleza holandesa, se encuentran las imponentes torres de la Catedral, un templo de suaves líneas góticas. Otra muestra de su magnífica arquitectura es el Teatro José de Alencar, con una hermosa fachada de vidrio azul brillante y adornos de acero fundido.
No muy lejos se encuentra el Mercado Central: construido en el siglo XIX, se divide en varios niveles que ofrecen artesanías y telas de la región.
Para terminar tu día, te recomendamos visitar de noche las casonas antiguas pintadas de suaves colores de Dragão do Mar, un barrio que concentra galerías de arte, un planetario, el Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad, tiendas de diseño y la exuberante alegría de los músicos callejeros de Fortaleza.