La República Dominicana comparte el territorio de La Española (situada en el mar Caribe) con Haití, sin embargo, luego de pasar unas vacaciones en la costa este de esta isla, podrás descubrir que las playas y los caminos dominicanos poseen un encanto único. Si entre tus planes está relajarte entre mares turquesas y arena blanca, he aquí una buena opción.
Punta Cana: una escala obligada
El principal centro turístico dominicano es un sueño hecho realidad: playas blancas, aguas cálidas y rutas muy bien conectadas. Otro atractivo de Punta Cana, tanto para aficionados como para conocedores, son sus famosos campos de golf, mismos que se agregan a las opciones de relajamiento que te permitirán guardar energía para disfrutar de la noche moviéndote entre salsa, merengue y bachata.
Un sitio ideal para agregar a tu álbum fotográfico
La península de Samaná se mantiene como una región que invita a conocer la esencia de los dominicanos: sonrisas auténticas que combinan a la perfección con la belleza natural que encuentras a cada paso. Con hermosas playas como Las Terrenas, Playa Bonita o Las Galeras, más la refrescante cascada Salto El Limón y la abundante diversidad cultural de la zona comercial, en Samaná se respira vida.
El lujo y la aventura te esperan en La Romana
Este es el destino cinco estrellas de la isla: cuenta con su propio aeropuerto, aunque, si lo prefieres, puedes llegar fácilmente por carretera desde Punta Cana. La Romana es un lugar que los amantes del golf, la equitación, el polo y el tenis tienen entre sus favoritos; no obstante, quizá su atractivo más icónico se encuentra bajo el agua: los Museos Vivos del Capitán Kidd y la embarcación Guadalupe, a los cuales puedes llegar buceando o mirarlos con snorkel desde la superficie.
El refugio perfecto para recargar energía durante tus vacaciones
La finalidad de unas merecidas vacaciones es dar tiempo al reencuentro con nosotros mismos y cargar pila para regresar a nuestras actividades. Al viajar a República Dominicana con RCI, podrás llegar al lugar adecuado para relajarte y perderte en un romance con la espuma del mar en Bahía de las Águilas, una playa virgen y remota de donde saldrá una versión renovada de ti.
Una bella postal colonial como despedida
En Santo Domingo, la arquitectura antigua se mezcla con modernos complejos turísticos que despiertan el deseo de recorrer sus calles adoquinadas y adentrarnos en los siete tesoros del Patrimonio Cultural Material de Santo Domingo: el Palacio de Bellas Artes, la Fortaleza Ozama, la Catedral Primada de América, el Museo de las Casas Reales, al Alcázar de Colón, el Jardín Botánico Nacional y el Malecón. Sin duda, la manera perfecta de cerrar este viaje que debes vivir al menos una vez en tu vida.